Como presidenta del senado mexicano, lamento profundamente la reciente decisión del @potus de emitir una orden ejecutiva que impide a los migrantes solicitar asilo cuando el número de cruces en la frontera superen los 2,500 diarios durante una semana. Esta medida, además de afectar a miles de personas en situación de vulnerabilidad, contradice los principios de solidaridad y humanidad que deben guiar nuestras políticas migratorias.
México ha sido históricamente un país de origen, tránsito y destino de migrantes. Sabemos de primera mano los desafíos y sacrificios que enfrentan aquellos que buscan una vida mejor lejos de su tierra natal. La restricción al asilo no solo pone en riesgo la seguridad de los migrantes, sino que también erosiona los valores de compasión y justicia que todos debemos defender.
Es imperativo que, como naciones vecinas, trabajemos juntos para encontrar soluciones integrales y humanitarias a los desafíos migratorios. Hacemos un llamado al gobierno de los Estados Unidos a reconsiderar esta orden y a colaborar con México y otros países para proteger los derechos humanos y garantizar un trato digno a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio.
Seguiremos alzando la voz en todos los foros internacionales y mantendremos nuestro compromiso con los derechos humanos y la protección de los migrantes. En el Senado de México estamos dispuestos a cooperar con nuestra contraparte legislativa y construir puentes de entendimiento y solidaridad para enfrentar, bajo un enfoque integral de desarrollo regional conjunto, el fenómeno migratorio